A propósito de «Día de Muertos» hay que decir que de entre todas las incertidumbres con que la vida puede colmarnos, la única certeza es la de la muerte. Todos vamos a morir, si no en espíritu sí en nuestra forma física. Y es precisamente en éstas fechas en que los mexicanos rendimos culto a la muerte, que me tomo un poco de vida (y de muerte) para tratar éste tema tan delicado . Aquella imagen de la dama tan flaca y huesuda que nos marca el final de la existencia en éste mundo, es motivo de grandes temores. La verdad es que se le teme y se le respeta, al menos yo prefiero estar vivo que muerto y aunque a veces dan ganas de mandar todo a la chingada, no hay que adelantarnos, cuando te toca, te toca y hay que ir por partes, con calma como diría mi abuelo.
Dicen que cuando uno muere, lo que se ve es una luz muy brillante, cegadora (si ya estás muerto, cómo puedes estar ciego?); los religiosos creen que es Dios, los científicos dicen que es el efecto provocado por las actividades eléctricas que se desarrollan a nivel neuronal en nuestro cerebro, y los amantes de la ciencia ficción seguramente creen que es una especie de robot extraterrestre con faros halogenados que viene a darnos lecciones sobre cómo desarrollar nuevas tecnologías en la Tierra. En fin, en todas las culturas de todas las razas de toda la humanidad está presente, es un tema universal, inevitable e ineludible. Tal vez la única certeza en común que tiene un hombre nacido en Israel con un niño que crece en Brasil, una mujer que vive en Los Ángeles con un anciano residente en Brujas, Bélgica o un actor español con un médico nigeriano es precisamente, el destino final ,el dejar de existir en una forma material. Aquí ya no importa quién eres, qué tienes ni dónde estás, el hecho es que vas a morir. Aún más general, la muerte trasciende a la humanidad, está también en todo el reino animal, el reino vegetal, y en cualquier otro reino del universo.
La física determinó que la materia “no se crea ni se destruye, sólo se transforma”, lo mismo se dice de la energía. Este principio que más bien ya es una ley, tiene implicaciones muy interesantes, pues entonces analicemos lo que nos quiere decir. Al menos desde mi manera de entenderlo, y según la ciencia, materia es lo que ocupa un lugar en el espacio en un determinado tiempo. Bueno, ya tenemos varios términos: 1. materia, 2. tiempo, 3. espacio, 4.forma, 5. energía; los cuáles están interrelacionados por el concepto de 6.“existencia” ya que todo lo que existe es material, temporal, espacial, tiene forma y energía. Si no se cumple con al menos alguna de éstas condiciones, entonces estamos ante la “inexistencia” y siempre tomando en cuenta que vivimos en el presente de manera permanente mientras existimos. Es decir, somos eterno presente hasta que morimos, hasta que dejamos de existir ya que el tiempo es contínuo, no se regresa ni se adelanta, es inexorable y transcurre infinitamente. El tiempo no tiene fin, la materia según la ley, tampoco pues retomando lo anterior, “no se crea”,osea ya está creada, “…ni se destruye”, osea no deja de existir, sino que se “trans-forma”, es decir, se convierte en otra cosa, adopta otra forma, se “mueve”. Llegamos a otro término, 7. Movimiento, que es un fenómeno físico que se define como todo cambio de posición en el espacio que experimentan los cuerpos de un sistema con respecto a ellos mismos o a otro cuerpo que se toma como referencia. Lo mismo sucede con la energía que es un concepto más abstracto pero que sí podemos percibir, podemos sentirla aunque no podamos “tocarla” o controlarla. Aquí entonces puedo entender que para la ciencia somos parte de un ciclo infinito, tan infinito como el tiempo o el espacio. Lo que la ciencia no ha explicado aún es, quién creó todo? Es decir, nos permite comprender el comportamiento de la materia y la energía pero aún no nos puede explicar el origen de las mismas. Einstein probablemente se acercó más a una teoría “creacionista”. Nada es absoluto, todo es relativo. Aceptó sus límites aún siendo uno de los genios más brillantes de la humanidad.
Aquí es donde entra la parte espiritual, si la ciencia no puede explicar el origen, la fé, a diferencia de la religión aclaro, no pretende explicarlo sino conducirnos a un convencimiento de nuestros límites no solamente físicos sino racionales. Somos seres infinitos con una existencia material finita. La vida no termina con la muerte, se transforma.Habría que decir que el cuerpo se “descompone” y se reintegra al ciclo material mientras el espíritu o la esencia va a alguna parte del todo. Yo tengo fé, creo, yo creo en mi fé y al tener fé, creo. Crear y creer son actos de fé.
Todas la religiones hablan de “otra vida” después de la muerte, cada una con sus peculiaridades. Desde la creencia de que llegará “el fin de los tiempos y vendrá Dios a juzgar a vivos y a muertos por igual” hasta la certeza de que nos trans-formaremos en otra creatura mejor o peor dependiendo de nuestros actos bondadosos o malvados en vidas anteriores. Aquí hay que respetar la fé de cada individuo e incluso la falta de fé, pues hay quienes optan por no creer en ningún “ser superior” al hombre, aunque de inmediato lo sustituyen con alguna otra cosa, así que de cierto modo sí tienen uno o varios dioses, creen en Dios sin aceptarlo públicamente. Algo que es debatible por ser infinito también, son las interpretaciones que cada individuo da a su fé, a su religión y a “su Dios”. Yo no puedo percibir a Dios igual que mi padre o mi amigo o mi hermano así como no experimento el amor o el enojo o cualquier emoción de la misma manera que ningún otro ser existente, la fé es personal.
En lo personal creo en Dios no como una figura hecha a imagen y semejanza del hombre (eso mas bien tiene que ver con la necesidad que tienen algunos hombres de darle una explicación material a lo que es inmaterial, como explicarlo “dibujando manzanitas”, para que otros hombres menos ilustrados o iluminados, adopten la idea que ellos quieren transmitirles) sino como un espíritu y una energía que está inscrita en todas las cosas, en todo lo que existe, en lo visible y lo invisible, por lo tanto Dios puede tener formas infinitas . El hombre colabora para encontrar a Dios dentro de sí mismo, y mejor aún, colabora para encontrar a Dios en los otros, Dios es Todo, cada hombre, animal o cosa es una parte de ese todo por lo tanto un sólo hombre es incapaz de comprender a Dios en su totalidad, de explicarlo matemáticamente o de cualquier otra manera en que se le quiera explicar aunque posea una inteligencia superior. La fé es la mayor prueba de lo anterior, la fé no se puede ver, no se puede tocar, no se puede oler, no se puede saborear, no se puede escuchar, es inmedible e incuantificable pero existe y es capaz de mover , crear, provocar desde el interior de quien la posee. Hace poco el científico Stephen Hawking publicó un libro (“The Grand Design”) en el que supuestamente demuestra que Dios “no fué requerido” para crear el universo. El punto a discutir aquí es que la ciencia fue “creada” por el hombre en el sentido de que es una manera o un lenguaje que desarrollaron los hombres para explicar los fenómenos de la naturaleza, por lo tanto sigue siendo un método material para explicar lo material, es decir lo relativo a la materia mas no al espíritu por lo tanto me parece absurdo pretender explicar a Dios, Dios no tiene explicación sólo podemos percibirlo en la esencia de las personas y de las cosas,de todo el universo así como también sería absurdo pretender comprender todo el universo o almacenar Todo el conocimiento del universo.
Me salí un poco del tema pero en realidad no tanto, mi escrito se titula “El Fin justifica los miedos” y no porque rija mi vida en forma maquiavélica (una cosa es el medio y otra el miedo) sino porque en el principio había nada y en el fin había todo, como es un ciclo, el fin es el principio y el principio es el fin. La muerte es el principio de la vida no el fin así que, para qué vivir con miedos?…
“Cierra los ojos y vive, abre los ojos y muere”
Dedico este escrito a mi abuelo Faustino Hernández ,a mi abuela Elvira Gayosso ,a mi madre Alicia Hernández Gayosso ,a mi perro «Bombón» , a Tomás I, Arnu Maximus, Calvin, Guti, Lupe, a mi primo Iván, al abuelito de Gil y Moni, a la abuelita de Aidé y todos los que han dejado de existir en vida material. También a mi primo Daniel por su excelente actuación en el papel de Colate R.I.P
Con amor eterno
«Cuando sea espíritu, seré espacio» Alejandro Sanz
Angel
el principio del fin
Creo en tí porque amanece
ribal*maximus333
Ribal Maximus 333 